28/11/10

A la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre (por Ángel David Martín Rubio)

La Iglesia ha dividido el año litúrgico en distintos tiempos que corresponden a los diferentes acontecimientos y a los diversos períodos de la vida de Jesucristo. Cada tiempo litúrgico representa una fase de la vida del Salvador y posee para la santificación de nuestra alma una eficacia que le es propia. Es muy importante, por lo tanto, que conozcamos el espíritu que caracteriza cada tiempo del año litúrgico, con el fin de ponernos siempre en las disposiciones requeridas para dar a Dios la gloria propia del misterio celebrado y beneficiarnos de su eficacia particular.

La lectura de los textos que utiliza la Iglesia durante las cuatro semanas del Tiempo del Adviento nos descubre claramente la intención de hacernos compartir el pensamiento y el espíritu de los Patriarcas y Profetas de Israel que deseaban el Advenimiento del Mesías: Ven, Señor, no tardes ya —Ven, Señor, para salvarnos. Y el Evangelio de este Primer Domingo de Adviento concluye así: Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre (cfr. Mt 24,37-44).

Dos son las venidas de Cristo, atestiguadas por la Escritura:

1º Cuando por nuestra salvación tomó carne mortal en el vientre de la Virgen María y se hizo hombre.

2º Cuando al fin del mundo venga a juzgar a todos los hombres. Esta segunda venida es llamada comúnmente en las Escrituras «día del Señor» (I Tes 5, 2), y su hora nadie la conoce (Mt 24, 36; Mc 13, 32).

Estas dos venidas de Cristo son inseparables porque tienen el mismo objetivo. Ya que si el Hijo de Dios se humilló y rebajó hasta nosotros haciéndose hombre en su Primera Venida, es para hacernos ascender hasta su Padre en el Cielo por medio de su Segunda Venida.
 
Y la sentencia que el Hijo del Hombre pronuncie cuando venga por segunda vez, dependerá de la acogida que hayamos hecho de su primera Venida. El juicio final dependerá, pues, de la aceptación del misterio de Cristo, es decir, del misterio de la Encarnación con todas sus consecuencias.

Se comprende por lo tanto el papel del Adviento.

1º. Este Tiempo nos proporciona, las disposiciones que debemos tener para recibir a Jesucristo en su Primera Venida: puesto que las fiestas de Navidad son para la Iglesia una aplicación actual de las gracias de la Encarnación.

2º. Y, por otra parte, el Adviento nos prepara a incorporarnos al número de los benditos del Padre cuando Jesucristo regrese en su Segunda Venida. Por eso es necesario poner en práctica la enseñanza del Apóstol: «Daos cuenta del momento en que vivís; ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz» (2ª Lectura Rm 13,11-14).

Nunca debería apartarse de nuestra consideración la esperanza en la definitiva venida de Jesucristo:

1º. Porque es muy útil para alejarnos del pecado (Eclo 7, 40) y llamarnos a la práctica de la piedad, al considerar que tendemos que dar un día a Dios una cuenta rigurosa de todos nuestros pensamientos, palabras, obras y deseos.
 
2º. Para estimularnos a perseverar en la práctica del bien con la esperanza del día en que seremos ensalzados eternamente con los honores divinos de la gloria celestial.
 
Pidamos a la Virgen Santísima que nos facilite el camino hacia Dios, para que viviendo así, vayamos cada día recorriendo el camino que nos conducirá a la presencia de Dios en el Cielo.

17/11/10

Actos del 20-N, cada uno en su casa y Dios en la de todos

Atribuyen a Cevantes el refrán que titula la entrada. No podía encontrar mejor dicho a los acontecimientos programados para el próximo 20 de noviembre por cada uno de los grupos aspirantes a la categoría de falangistas. Es paradójico el intento de cerrar filas en torno a cada una de las facciones divididas, la sensación es que a ninguna le interesa la exposición de las ideas, de los postulados ni siquiera ya de la propaganda que la fecha propicia, con sus siempre encendidos nostálgicos exhuberantes de mostrar al mundo lo patriotas que pueden llegar a ser en un solo día, dando incluso lecciones de maestría sobre lo que debemos hacer los que aguantamos gustosamente el frío y no tan gustosamente su ofensivo rollete vacío de contenido.

No intento hacer una convocatoria a la manida Unidad Falangista, porque considero que existen pocos falangistas y porque este humilde escritor no es nadie para proponerlo. Tampoco sueño con un acto conjunto; desde fuera, libre de apegos y compromisos con unos y con otros, creo que sería lo más recomendable, tal y como está el patio, y peor que se va a poner. Mas no pretendo enjuiciar cada uno de los discursos, de las consignas y del ambiente que ofrezca cada uno; lo harán los portales que se dedican a cubrir esa información y que son populares por ello.

Pero es necesario hacer un llamamiento a la coherencia, a la buena voluntad y al entendimiento por el bien de España y por el bien de la Falange. Desde hace mucho tiempo los distintos grupos azules han adoptado una posición soberbia, el planteamiento es ávaro y tendrá seguramente poco que ver con la concepción caritativa y patriota de la política, todos se erigen en casa común de los falangistas, todos son la auténtica falange; unos por las siglas históricas, aunque sea lo único que han heredado de la Falnge fundacional, otros porque en el momento de la desapareción de la Falange por el decreto de Unificación vieron en Hedilla la resistencia y siguen atribuyéndose por esto, su autenticidad. Otros que según el Congreso de no sé cuando las siglas fueron a parar al grupo adversario pero la legitimidad de ejercicio la ostentan ellos. Espero que las luchas intestinas pasen a un segundo plano, supongo que no hemos sufrido suficientes dificultades para ello aún.

Deberíamos abandonar el juego de la política parlamentaria, en el que nunca tendremos opciones y si las tenemos la responsabilidad será mayor al bien que podamos realizar, y dirigir todos nuestros esfuerzos a construir una nueva sociedad. A recuperar el campo de la Política artesanal por el que los hijos de la Hermandad de la Falange perdieron su vida. Ese campo está en barbecho, el abandono que de él hizo la dictadura militar y la revolución de la dictadura partitocrática ha segado en varias décadas la siembra que germinó gracias a aquellas semillas que fueron los caídos de la Falange. Por ellos serán muchos los rincones de España donde durante estos días se rece la Oración que escribió Rafael Sánchez Mazas:

Señor, acoge con piedad en tu seno a los que mueren por España y consérvanos siempre el santo orgullo de que solamente en nuestras filas se muera por España y de que solamente a nosotros honre el enemigo con sus mayores armas.

Víctimas del odio, los nuestros no cayeron por odio, sino por amor, y el último secreto de sus corazones era la alegría con que fueron a dar sus vidas por la Patria. Ni ellos ni nosotros hemos conseguido jamás entristecernos de rencor ni odiar al enemigo, y tú sabes, Señor, que todos estos caídos mueren para libertar con su sacrificio generoso a los mismos que les asesinaron, para cimentar con su sangre joven las primeras piedras en la reedificación de una Patria libre, fuerte y entera.

Ante los cadáveres de nuestros hermanos, a quienes la muerte ha cerrado sus ojos antes de ver la luz de la victoria, aparta, Señor, de nuestros oídos las voces sempiternas de los fariseos, a quienes el misterio de toda redención ciega y entenebrece, y hoy vienen a pedir con vergonzosa ingencia delitos contra los delitos y asesinatos por la espalda a los que nos pusimos a combatir de frente.

Tú no nos elegiste, Señor, para que fuéramos delincuentes contra los delincuentes sino soldados ejemplares, custodios de valores augustos, números ordenados de una guardia puesta a servir con amor y con valentía la suprema defensa de una Patria. Esta ley moral es nuestra fuerza. Con ella venceremos dos veces al enemigo, porque acabaremos por destruir no sólo su potencia sino su odio.

A la victoria que no sea clara, caballeresca y generosa preferimos la derrota, porque es necesario que, mientras cada golpe del enemigo sea horrendo y cobarde, cada acción nuestra sea la afirmación de un valor y una moral superiores.

Aparta así, Señor, de nosotros, todo lo que otros quisieran que hiciésemos y lo que se ha solido hacer en hombre de vencedor impotente de clase, de partido o de secta, y danos heroísmo para cumplir lo que se ha hecho siempre en nombre de una Patria, en nombre de un Estado futuro, en nombre de una cristiandad civilizada y civilizadora. Tú sólo sabes con palabra de profecía para qué deben estar" aguzadas las flechas y tendidos los arcos" (Isa. V, 28). Danos ante los hermanos muertos por la Patria perseverancia en este menosprecio hacia las voces farisaicas y oscuras, peores que voces de mujeres necias.

Haz que la sangre de los nuestros, Señor, sea el brote primero de la redención de esta España, en la unidad nacional de sus tierras, en la unidad social de sus clases, en la unidad espiritual en el hombre y entre los hombres, y haz también que la victoria final sea en nosotros una entera estrofa española del canto universal de tu gloria.



NOVEDAD «Nihil Obstat» / 15


● Revista de historia, metapolítica y filosofía
● Barcelona, otoño/invierno 2010
● 21×15 cms., 160 págs.
● Cubierta impresa a todo color, con solapas y plastificada brillo
● PVP: 15 euros


Orientaciones

ENR pone al alcance de sus clientes y amigos, desde 2002, una publicación semestral cuya pretensión primordial es la publicación de textos —tanto de autores españoles como extranjeros— que escapan a la dictadura de lo «políticamente correcto» y, en consecuencia, le confieren una línea que se desmarca abiertamente de los discursos ideológicos dominantes.






Índice

«Carta del director» [Jordi Garriga]
«El fin de la educación» [Pablo Huerga Melcón]
«La educación espartana» [Carmen M. Padial]
«El padre Tusquets: olvidando el pasado» [Eduardo Connolly]
«Sobre la lucha de los rexistas» [Léon Degrelle]
«La idea imperial y el universalismo» [Julius Evola]
«La identidad frente al otro: esbozo de una metafísica de Castilla» [Josep Carles Laínez]
«Hacia el socialismo del siglo XXI» [Carlos Roldán López]
«Años decisivos» [Juan Pablo Vitali]

Dossier SEU: Estudio y acción.
«Apuntes sobre los primeros tiempos del Sindicato Español Universitario» [Redacción]
«Textos de Matías Montero, José Antonio Primo de Rivera, Alejandro Salazar, Julio Ruiz de Alda, Rafael Sánchez Mazas, Andrés Rodríguez Villa, J. M. Guitarte, Marcelo Arroita-Jáuregui, Ignacio García, José Mª Moro, Victoriano García Martí, José Luis Jerez Riesco, Erik Norling y Pituca»

«La nueva generación» [Victoriano Gracia Martí]
«¡¡¡Es así!!!» [Gesto de la Ofensiva de Recobro Nacional-Sindicalista]
«Grandes espacios alternativos y hegemonía yankee» [Flavio Gonçalves]
«Brasillach: sangre y tinta» [Beppe Franzo]
«Mircea Eliade, de la Legión del Arcángel a la sociología de las religiones» [Chistian Bouchet]
«La poesía de las Jornadas de la Disidencia»
«Reseñas»

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15/11/10

Inicio de la campaña electoral en Cataluña con incidentes

(De http://www.falange.es/) La mañana del domingo 14 de noviembre supuso el inicio de la campaña electoral de Falange Española de las JONS para las próximas elecciones al Parlamento de Cataluña. El emplazamiento en el que se ha ubicado la mesa de propaganda, de acuerdo a lo establecido por la Junta Electoral, fue la confluencia entre la Avenida Meridiana y la Rambla de Guipúzcoa en el distrito barcelonés de San Martín – El Clot.


A lo largo de la mañana se han repartido programas electorales y se han regalado ejemplares del órgano oficial de prensa: de FE-JONS ‘Patria Sindicalista’. Asimismo, se hizo entrega de la papeleta electoral de la candidatura falangista de Barcelona a múltiples transeúntes que se acercaron al puesto electoral.

Además, mediante un equipo de megafonía se reprodujo el anuncio de campaña electoral que también se está emitiendo en RNE y Catalunya Radio.

Todo había transcurrido con total normalidad, hasta que alrededor de las 13:30 h un grupo de energúmenos formado por 25 ó 30 individuos rodeó la mesa electoral, la golpeó derribando los enseres de la misma, insultó e increpó a los allí presentes.

Sólo la rápida actuación del dispositivo de seguridad de FE-JONS y la celeridad con la que intervino la Guardia Urbana, evitaron lo que sin lugar a dudas habría sido una batalla campal entre falangistas y esos individuos de colectivos antisistema que, al percatarse de la presencia policial, se dieron a la fuga como auténticos cobardes. No sin antes agredir a uno de los falangistas vaciándole un espray de defensa en la cara y golpeándole en el tórax cuando éste salió a defender la mesa electoral con total hombría.

El agredido tuvo que ser trasladado en ambulancia al centro médico más cercano. Afortunadamente sufre lesiones leves de las que se recuperará en breve y ya se encuentra en su domicilio. Además se siente muy reconfortado por el apoyo del resto de camaradas y por haber actuado sin vacilar en su defensa, mientras aquellos agentes del orden que debían velar por la seguridad del acto que allí se estaba realizando, no se sabe muy bien en qué estaban empleando la mañana.

A pesar de todo este desaguisado las Fuerzas de Seguridad han podido identificar a los agresores y han notificado a FE-JONS que la Fiscalía actuará de oficio contra los mismos. De todas formas, tanto el agredido, como nuestra Organización presentarán denuncia contra los agresores y exigirá responsabilidades para evitar que, situaciones como la acaecida hoy, se vuelvan a repetir durante lo que resta de campaña o en el ejercicio de las actividades políticas cotidianas que nuestra formación viene desempañando de acuerdo con lo establecido en ordenamiento jurídico vigente.

14/11/10

Adriano del Valle

(Sevilla, 1895 - Madrid, 1958) Poeta español. Por línea paterna era de origen asturiano ya que su padre había nacido en el pueblo marinero de Tazones donde en 1517 desembarcó Carlos V, pisando por primera vez suelo español; su madre Amalia Rossi era andaluza de ascendencia italiana. Adriano del Valle recorrió toda la Península entre sus diecisiete y sus veintiún años, fue viajante de comercio del negocio paterno (fabricación de juguetes) en su juventud. Después fue representante de la maquinaria agrícola de Ajuria Enea y viajaba por todos los cortijos andaluces. Su vocación poética descubierta a través de la lectura de "Cantos de vida y esperanza", de Rubén Darío. Se adhirió en primer lugar al ultraísmo, y fundó en Sevilla, junto con Isaac del Vando-Villar, la revista Grecia, que agrupó a los jóvenes poetas postsimbolistas, siendo posteriormente seguidor de la vía neopopulista de García Lorca y Alberti.

Fundó luego, junto a Fernando Villalón y Rogelio Buendía, la revista Papel de Aleluyas, en Huelva, y dirigió otras como Mástil, revista Nacional de las Organizaciones Juveniles y Arte y letras, ambas de Madrid, así como la revista cinematográfica Primer Plano. La influencia del Lorca del Romancero gitano y del Alberti de Marinero en tierra se hacen notar con fuerza en su primer poemario, Primavera portátil (1934). El libro recoge los poemas escritos por Adriano del Valle entre 1920 y 1923, y se editó con ilustraciones de Eugenio D'Ors.

En 1934 y 1937 obtuvo el Premio Sánchez Bedoya, otorgado por la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y, en 1934 se le concedió el Premio Nacional de Literatura por su obra Mundo sin tranvías, escrita entre 1931 y 1933, y que quedó inédita en vida de su autor. En plena guerra civil colabora fervorosamente con el movimiento falangista a través de los servicios de Prensa y Propaganda que desde Burgos encarrila y dicta Dionisio Ridruejo. Adriano del Valle se encontraba en Sevilla y aquí escribe en el diario falangista F.E. que dirige Tomás Borrás quien sentía por él una enorme admiración. Llegada la Victoria escribe Lyra sacra (1939) y Los gozos del río, de 1940. Adriano del Valle se manifiesta en ellos como un poeta de barroquismo desbordante, abierto a las más diversas sensaciones, sin eludir en ocasiones un conceptismo extremado. Colaboraría también en el primer número de la revista Escorial que aparece en noviembre de 1940. La revista era una idea personal del grupo falangista universitario que lo formaban Pedro Laín Entralgo, Dionisio Ridruejo y Antonio Tovar. Los dos primeros fueron, respectivamente, director y subdirector de la nueva publicación; actuando como secretarios de redacción el poeta Luis Rosales y el crítico Antonio Marichalar. El equipo procedía de la prematura experiencia de Jerarquía.

Publicó a continuación Arpa fiel (1941), en donde vuelve a cauces de mayor clasicismo. El libro le valió el Premio Nacional de Literatura José Antonio Primo de Rivera de 1941, y el Premio Fastenrath, de la Real Academia Española, de 1942, y fue saludado por Azorín como un hito en la creación poética española. Su producción tardía incluye Sonetos a Italia (1942); La Innombrable (1954); Misa de Alba en Fátima y Gozos de San Isidro (1955); Oda náutica a Cádiz (1957); Égloga de Gabriel Miró y Fábula del Peñón de Ifach (1957). Inéditos en vida del autor, aparte el poemario antes citado, quedaron El jardín del centauro, poesías de 1916-1920; el auto sacramental La divina pastora (1923) y Musa-Omnibus, poemario de 1934-1937. A la muerte de Manuel Machado, José María Pemán, entonces director de la Real Academia Española, ofrece a Adriano del Valle presentar su candidatura para ocupar el sillón que había quedado vacante. Pero del Valle rehusó porque pensaba que siendo director de la revista Primer Plano y delegado para España del Anuario Financiero del Banco de Vizcaya, obligado por tanto a visitar despachos comerciales, no quería que en sus tarjetas figurase, quizá en un excesivo criterio de pureza, el honroso título de la «Real Academia Española».

Escribió una biografía, también inédita, de Fernando Villalón: Fernando Villalón, héroe de arpa y garrocha. Sobre un trasfondo de andalucismo, su poesía se impregna en ocasiones de imaginería futurista de indudable brillantez y vistosa polifonía verbal de raíz barroca, para serenarse en su poesía posterior en un clasicismo de rotunda y mediterránea expresividad. Añádese a ello el catolicismo del autor, esteticista y escenográfico, ceremonial y litúrgico. En sus últimos años ocupó la jefatura del Instituto Nacional del Libro Español. Era un hombre corpulento que llegó a pesar más de cien kilos como se aprecia en los espléndidos retratos que le hicieran Manuel Ortega y Vázquez Díaz. Hombre jovial y cariñoso falleció de cáncer de pulmón aunque no fumaba pero sufría de asma. Fue amortajado con el hábito de monje mercedario y el único varón de sus siete hijos, relata lo ocurrido instantes después de su fallecimiento: «Tuvo, mi padre, una muerte ejemplar y cristiana. En el momento de ocurrir yo, que me encontraba a su lado, presencié una serie de extraños fenómenos. Una Virgen de Fátima, que le había traído de Portugal su amiga la actriz Elena Espejo, se cayó de la mesita de noche al suelo, quedó de pie y empezó a sonar su clásica música. Al mismo tiempo, se abrió el gran ventanal de su habitación, flamearon los visillos, y penetró o salió un suave viento a la vez que comenzó a nevar, a caer grandes copos como nunca yo había visto antes»

SONETO A GARCILASO
(Publicado en Jerarquía. Número Tercero)

CAMINA Garcilaso, deslumbrado,
orillando los húmedos verdores
de un Tajo que refleja en resplandores
a un mágico Toledo arrebolado.

Enajenado en éxtasis dorado,
le asedian los aromas de las flores.
le asaltan los suavísimos olores
de un escuadrón de lirios desplegado.

Esbelto capitán de mariposas,
las húsares libélulas del viento
le cercan como a humana ciudadela;

y el Mariscal de Campo de las rosas,
el ruiseñor del verde campamento,
con su alarma canora se desvela.

EPITAFIO A JOSÉ ANTONIO

Cisne fue. Cisne esbelto que agoniza
y mueve estrellas conmoviendo el aire,
derrumbando las alas de los pájaros
y en la ceniza derrumbando el fuego.

Vivió, clamó y murió verticalmente,
cambiando con el plomo la sonrisa.
Y conmovida en lágrimas, la noche
al alba lo encontró, muerto, a sus plantas.

Su sangre ya salpica las estrellas.
Su sangre enturbia el rumbo de los peces.
Donde su cuerpo, fulminado, yace,

su fuente es acueducto de la Patria
con la cal destilada de sus huesos
fundadores de rosas y laureles. 

13/11/10

¿Pero hubo alguna vez un laicismo sano? (por Ángel David Martín Rubio)

Cuando se habla de sano laicismo, cabría preguntarse —retóricamente— si se trata de proponer la doctrina católica acerca de las relaciones Iglesia-Estado bajo un aspecto que resulte agradable a los oídos de nuestros contemporáneos. En tal caso, apenas cabría otro reproche que el que reciben los oportunistas más o menos bien intencionados. Pero si se tratara —en este caso no hay retórica en la afirmación— de asumir las categorías propias del pensamiento moderno en lo que a este asunto se refiere, tendríamos ante los ojos una manifestación más de que la crisis que atraviesa la Iglesia Católica se sitúa en un terreno que afecta a la propia conservación de la verdad que le ha sido encomendado custodiar.

El filósofo Romano Amerio formuló una ley de la conservación histórica de la Iglesia en los siguientes términos: la Iglesia está fundada sobre el Verbo Encarnado, es decir, sobre una verdad divina revelada y recibe la gracia necesaria para acomodar su propia vida a dicha verdad. La Iglesia no peligra en caso de no acomodarse a la verdad sino cuando se pone en situación de perder la referencia a la verdad. La Iglesia peregrinante no es dinamitada por efecto de las debilidades humanas sino por aquéllos que llegan a cercenar el dogma y formular en proposiciones teóricas las depravaciones que se encuentran en la vida. O como algunos lo explican, de manera más sencilla aunque no menos profunda: hace más daño una idea equivocada que un fallo moral.

La contradicción inherente a la reivindicación del laicismo radica en que no se puede afirmar un criterio moral ante los resultados concretos que resultan de la aplicación de un sistema político (por ejemplo, determinadas leyes o, de manera más genérica, la degradación moral y la corrupción) mientras que ese mismo criterio se difumina a la hora de valorar los principios sobre los que descansa ese mismo sistema. Se aprueba el árbol y después se rechazan los frutos.

Los resultados de esta incongruencia son dos que enumeró en su día el entonces Obispo de Cuenca, don José Guerra Campos, sin que hasta ahora hayamos notado ninguna rectificación del rumbo adoptado.

1. Desde fuera de la Iglesia: sorpresa, escándalo, reacción airada, cuando alguien aduce la Doctrina católica en casos como las leyes del divorcio, del aborto, la permisividad corruptora de los jóvenes... Incluso algunos pseudo-teólogos se hacen eco de planteamientos como éste al decir: si hemos aceptado la democracia, ahora tenemos que asumir las consecuencias y no tenemos derecho a quejarnos de las decisiones tomadas en cada caso por la mayoría.

2. En el interior de la Iglesia asistimos al debilitamiento y la ambigüedad de la misma enseñanza destinada a orientar las conciencias que se limita a ofrecer sugerencias, más o menos dignas de consideración, olvidando así su obligación, por mandato divino de decir a todos lo que obliga moralmente (Cfr. Mt 28, 19-20).

Lo que decimos se comprueba en algo de tanta trascendencia como en lo relacionado con el voto de los católicos. Desde los años setenta se nos viene diciendo que hay que considerar los elementos negativos y los positivos y luego decidir en conciencia

Pero la mayoría de los ciudadanos no están capacitados para captar si esa expresión (en conciencia) se refiere a una norma superior y la interpretan en términos de mera autonomía subjetiva (Voto a quien quiero). Y como, al mismo tiempo, el discurso clerical sostiene que no hay nada sin defectos, pueden en la práctica apoyar con sus votos a fuerzas promotoras de cosas tan negativas como el aborto, la disolución familiar, la descristianización… como si los presuntos aspectos positivos compensaran dicha obra demoledora.

El hecho es que con los votos de los fieles católicos se han implantado los mismos males que luego se critican. Y voces autorizadas al tiempo que tímidamente condenan algunos de esos males, se apresuran a reiterar su aval al marco jurídico-político democrático del que son consecuencia.

Por el contrario, la enseñanza de la Iglesia sostuvo unánimemente durante siglos que la misión del poder y de las leyes no es sólo registrar lo que se hace sino estimular lo que debe hacerse. Si, por el contrario, los propios dirigentes se desinteresan y si a la desidia se une la complicidad ante la siembra de incitaciones disolventes, entonces no cabrá extrañarse de que se acelere el proceso de erosión moral, y de que crezcan al mismo tiempo la contradicción y la impotencia de los responsables.

Un laicismo sano tendría, por eso mismo, que dejar de ser laicismo; al igual que un liberalismo o un socialismo cristianos, tendrían que eliminar uno de los dos elementos del binomio para poder subsistir. Por eso no cabe en el pensamiento católico, plantear como respuesta al laicismo la presunta autonomía de las realidades temporales o la independencia Iglesia-Estado, ni siquiera la neutralidad (si es que puede existir). Menos aún cabe aceptar desde la óptica católica una situación a la que se llegara como fruto de la síntesis hegeliana a partir del diálogo fe-razón, sobre todo si, previamente, se ha renunciado a proponer la adhesión a la verdad proclamando como ideal que basta su búsqueda.

La única alternativa posible es una re-cristianización que pasa por el reconocimiento de lo que el pensamiento tradicional español llama ortodoxia pública, es decir, el establecimiento de un régimen político "que afirma un contenido de principios, verdades o valores de carácter superior e inmutable como base de su convivencia moral y de sus leyes" (Rafael Gambra). Es el atractivo programa que se describe con estas palabras en la Sagrada Escritura: "Levantemos a nuestro pueblo de la ruina y luchemos por nuestro pueblo y por el Lugar Santo" (1Mac 3, 43).

9/11/10

Riguroso planteamiento de la política (Nota sobre José Antonio)

Quizá una de las ideas más fecundas y menos recordada de José Antonio es aquella de que si una política no es exigente en su planteamiento –es decir, rigurosa en lo intelectual– probablemente se reduce a un aleteo pesado sobre la superficie de lo mediocre. Esta idea ha tenido mala fortuna; no entró en el bombo de las frases propagandísticas y por ello no ha sido citada y recitada. Pero quizá a esto no se le pueda decir mala, sino buena fortuna.
¿En qué medida es necesario este riguroso planteamiento? Aún más: esperar en una política previamente delineada, con exigencia y rigor, ¿no será intentar poner puertas al campo? Fijadas quedan en estas dos preguntas dos posibles objeciones. Aún queda otra, ésta de los más papistas: toda política estará siempre afectada por cada circunstancia, como arte de lo posible que es. Empecemos por repetir que hay que seguir dándole vueltas a la idea de José Antonio. En la primera vuelta tropezaremos con la sencilla verdad de que «el planteamiento» es algo renovado ante cada problema. Luego no se trata de echar buena fama sobre el programa inicial y echarse a dormir. Por el contrario, hay que continuar con el rigor a cuestas para aplicarlo ante cada nueva situación. Y aplicarlo con claridad intelectual, sin confiar, bobaliconamente, en que donde debía haber exigencia y crítica con tal de que haya una buena voluntad o una probidad funcional ya está bien.

En la segunda vuelta uno cae en la cuenta de que la primera exigencia presente a la hora del planteamiento, de cada planteamiento, es que posea el hombre político conciencia de la altura histórica que han de alcanzar todas las acciones por él realizadas o promovidas. Cuando no se parte de unos supuestos claramente delineados y medidos con elevación se está en continuo peligro de caer en el pecado de la mediocridad, este tristísimo signo de nuestro tiempo.

Que el planteamiento tenga elevación. Que sea apto para arrastrar tras la bandera alzada a gentes entusiasmadas. Y que levante el dedo quien se haya sentido arrastrado por un buen plan de obras públicas o por un programa de reconstrucción material. Acordémonos de Ortega cuando exigía para la política una imaginación de magnas empresas en que todos los españoles se sintiesen con un quehacer, cuando hablaba de que el político tiene ante todo el irrenunciable deber de dibujar atractivos y animados horizontes al pueblo que dirige. El mismo Ortega dijo que una política que no contiene un proyecto de grandes realizaciones históricas queda reducida a la cuestión formal de gobernar en el sentido menor del vocablo, limitada a la cuestión de ejercer el Poder público.

Y aquí venimos a parar en otra esquina interesante: un riguroso planteamiento que contenga proyectos de grandes realizaciones históricas debe cuidar detenidamente las metas que señala. Y que ni se quede corto y no ilusione por lo aburrido de su ambición, ni sea ésta tan larga e imprecisa que aleje a todo aquél que no sea pura y simplemente un soñador profesional. No se olvide tampoco que a toda meta se llega tras recorrer con tesón y «en forma» el camino, que separa los puntos de salida y llegada. Bien están las tareas amplias, ambiciosas, definitivas. Pero que a su lado se fijen los mojones por donde ha de hacerse el recorrido. Mucha desilusión sería evitada si se dijese claro que no hay imposibles Gibraltares, sino que para hacerlas posible es necesario ir conquistando las pequeñas y despreciadas Gibraltares de cada día.

Pero, ¡cuidado! Más vale pasarse de más que de menos. Si no se fija una tarea de creación histórica, la política eliminará –y esto vuelve a ser de Ortega– a todo aquel que no sea un ambicioso. Claro que siempre los moscones ambiciosos estarán en torno al pastel de miel de la Política. Pero lo importante es que la política atraiga también a gentes que no sean ambiciosas o que no lo sean excesivamente. Aquel buen hombre de gobierno que fue don Antonio Maura decía un día que aún no se había hecho el ensayo de llamar a los indiferentes, a los neutros en política, de llamarlos con obras vibrantes para despertarlos y conmoverlos, para arrancarlos de su inacción y su egoísmo, para traerlos por fuerza a la vida pública.

De esto se trata: de enriquecer la vida política con hombres que no sean profesionales de la política. Porque resulta que sí hay hombres, aunque se repita con insistencia de tontos, «que no hay hombres». Hombres sí que los hay, y buena prueba de ello son esas empresas industriales cada día mejor organizadas y más poderosas, y a cuya cabeza figuran hombres que se han lanzado al trabajo con decidida entrega. Hombres hay con vocación de crear, de producir ciencia, cultura, industria, arte. Hombres excelentes profesionales, conocedores de nuestras realidades, pero que mirarán siempre con recelo toda incorporación a una aventura donde lo importante sea no la realidad creadora, sino la ficción de que se crea. Y volvemos a insistir, la fecundidad de toda política dependerá de la porción de hombres auténticamente creadores y entregados que sepa enrolar en su servicio.

Y ya casi nada más. Quizá recordar que aquello de «la poesía que promete» también tenía que ver con la exigencia de todo planteamiento político: Demos aliento poético a cada proyecto, acto y realización tramada en común. Que lo importante es que los que vayan tras las banderas vayan animados, encendidos. Que no hay gran política que no se apoye en el alumbramiento de una gran fe.


Ángel-Antonio Lago Carballo.
Alférez. Madrid, noviembre-diciembre de 1948 Año II, número 22





8/11/10

Alejandro Salazar, ¡¡ PRESENTE !!

Es Alejandro Salazar un personaje de la historia del movimiento nacionalsindicalista del que apenas se conocen datos biográficos, pese a la trascendencia tuvo en los momentos iniciales de la Falange. Nacido en Almería el 19 de septiembre de 1913. Alejandro Salazar se trasladó a Madrid con la intención de estudiar en su Universidad Central la carrera de Filosofía y Letras. Ajeno hasta entonces a toda actividad política, ingresó en La Falange con veinte años, en febrero de 1934, hecho que marcaría definitivamente su vida y su muerte. Ya en el mes de junio recibió la responsabilidad de organizar el movimiento de Falange en su tierra natal aprovechando sus vacaciones, por lo que será reconocido como Primer Jefe Provincial de F.E. de las J.O.N.S. en Almería."Todo aquel verano, en vez de descansar (...) prefirió de nuevo el camino arduo del trabajo entregándose por entero a la tarea de impulsar y extender aquella Falange que representaba" (Alocución pronunciada por Manuel Valdés recogida en La Voz de Almería, 21 de febrero de 1973). Allí es procesado y detenido días más tarde: "¡Ya he sufrido prisión por la Falange! .. He recibido algunas cartas de encomio de Primo de Rivera, Ruiz de Alda y Ledesma. También he empezado a comprender el estilo de la Falange. Me ha bastado una conferencia de dos minutos sostenida por teléfono con Primo de Rivera", escribe en su diario íntimo.

A su regreso a Madrid, anécdoticamente un 29 de Octubre, toma el mando del Sindicato Español Universitario, puesto desde el que pasará a ser Jefe Nacional del S.E.U. en enero de 1935. A partir de ese momento todos sus esfuerzos van encaminados a dotar a la organización estudiantil del vigor y autonomía precisos. La redacción de unos nuevos estatutos del S.E.U., la organización de dos Consejos Nacionales, el establecimiento de la organización en numerosas provincias,  ... son muchos los méritos que han de asentarse en el haber de quien además llegaría a tener el honor de ser Secretario de la Junta Política de Falange.

Su deseo más sincero fue el lanzamiento del semanario HAZ, el primer número vió la luz el 26 de marzo de 1935, "la redacción tenía por domicilio la pensión donde residía Alejandro Salazar, que se encargó de la dirección del periódico (...) El periódico contaba con la fecundidad literaria del grupo de Filosofía, que soportó el trabajo más extenso de redacción". (David Jato en "La rebelión de los Estudiantes. Apuntes para una historia del alegre S.E.U." 1ª ed., Madrid, 1953)  La política ocupaba un amplio espacio en sus páginas, también trataba de atender todos aquellos temas de carácter universitario: deportes, cine, arte, literatura, teatro... Esta empresa tuvo que enfrentarse con numerosas dificultades. No fueron menores las que entrañaba la propia venta del periódico, con enfrentamientos continuos pero asumidos como un servicio más a la causa nacionalsindicalista. Tampoco eran escasas las dificultades económicas. Los problemas económicos no se solventaban con valor y arrojo. Así nació el Día de la Prensa Sindical, convocado para recaudar fondos con los que sostener el portavoz de los estudiantes falangistas. La lucha con la censura no fue tamoco tarea fácil pero el ingenio juvenil ayudó a superar las infinitas trabas gubernativas. En ocasiones tuvo que sustituir al órgano oficial de la Falange como portavoz del movimiento, ante la suspensión de aquél. A partir del número 9, Haz pasó de ser semanal a quicenal y sobrevivió algunas fechas hasta la persecución implacable tras la elecciones de febrero de 1936.

El 1 de abril de 1936 se "incorporó" al "Centro Falangista" de la madrileña Cárcel Modelo y siguió los mismos avatares que los demás procesados en la causa por presunta ilicitud. El Tribunal absolvió del delito del que era acusado a Alejandro Salazar y al resto de la Junta Política de Falange de la que "no había lugar a la disolución" pero el fallo del Tribunal no supuso la libertad de los procesados. En calidad de presos gubernativos permanecieron encarcelados. En la madrugada del 9 de noviembre de 1936 murió fusilado en Paracuellos de Jarama.

7/11/10

"¿Quién mató a José Antonio?"

Es el título del libro escrito por Santiago Fernández Olivares y editado por la Hermandad de la Vieja Guardia, un libro cuya idea se fraguó en la mente del autor hace ya muchos años y que por fin se ha visto materializada con su presentación el pasado el viernes 29 de octubre, LXXVII Aniversario de la fundación de Falange Española. El libro está disponible en el bazar de la Hermandad y los camaradas de fuera de Madrid pueden solicitarlo por Internet (20 euros más gastos de envío).

Correo-e: hdad@viejaguardia.es

Cuesta de Santo Domingo 3, esc.izq, 1º (Madrid)
(Metro de Sto. Domingo y Opera)
Telf. 91 542 39 49
Horario de información:
Lunes a jueves, de 18 a 20 horas




"¿QUIÉN MATÓ A JOSÉ ANTONIO?". Índice

Agradecimientos.
Actas de Nacimiento y Bautismo.
Propósito.
Panorama histórico.
Cronología, tablas de sangre.
Los otros Caídos.
Intentos de salvación. Versiones, Análisis e Interpretaciones:

            Antonio Gibello García
            Arnaud Imatz
            Miguel Primo de Rivera
            Julio Gil Pecharroman
            Ian Gibson
            Ricardo de la Cierva
            Carlos de Arce
            Ángel Viñas
            Moises Simancas Tejedor
            Stanley G. Payne
            Adriano Gómez Molina

Los Ocho Procesos.
Los Juicios de Alicante.
Cronología del último proceso.
¿Quién fue José Antonio?
Informe Grafopsicológico.
Genealogía rioplatense.
El Mito del Ausente.
Conclusiones.
El Testamento. Acta de defunción.
Fuentes Bibliográficas.

4/11/10

Falange Española de las JONS se presenta por las cuatro provincias catalanas


[30.octubre.2010] El «Diari Oficial» de la Generalitat de Cataluña del pasado miércoles, 27 de octubre, hizo públicas las candidaturas de los partidos que, por las cuatro provincias catalanas, se presentan a las eleciones autonómicas del 28 de noviembre, si bien es cierto que esta publicación ha de ser ratificada por la Junta Electoral, hecho que tendrá lugar el próximo lunes, 1 de noviembre.

Los cuatro candidatos que encabezan las listas de Falange Española de las JONS en esta confrontación electoral son Antonio Sánchez Aguilar, por Barcelona; José Gil Gispert, por Tarragona; Pascual Sánchez Lorca, por Gerona, y Félix Romo Alcántara, por Lérida.

La campaña electoral dará comienzo a las 0 horas del 12 de noviembre y concluirá a las 24 horas del día 26 del mismo mes.