3/12/10

¿Nos vamos de estreno? Las crónicas de Narnia: la travesía del Viajero del Alba


Tercera película de la saga literaria creada por C. S. Lewis. En la tierra encantada de Narnia, EdmundLucy Pevensie y su antipático primo Eustace Scrubb escoltan al rey Caspian en una misión jurada para encontrar a los siete Lords perdidos de Narnia. Comienza una nueva y peligrosa búsqueda que los lleva al borde más lejano del mundo a bordo de la poderasa nave, El Viajero del Alba. Navegando los mares desconocidos, los viejos amigos deben sobrevivir una tormenta terrible, encuentros con serpientes de mar, dragones, y enemigos invisibles para alcanzar tierras donde los magos tejen encantos y misteriosas islas donde tu mas grande temor cobra vida. Necesitaran cada onza de valor y la ayuda del gran león Aslan para triunfar en su aventura más peligrosa.

Edmund y Lucy Pevensie, en compañía de su molesto primo Eustace Scrubb, se ven devorados por una pintura para aparecer finalmente en un barco de Narnia, que se dirige hacia los mismos confines del mundo. Uniendo fuerzas de nuevo con su amigo real el Príncipe Caspian y el ratón guerrero Reepicheep, son llevados en una misión misteriosa hacia las Islas Solitarias y aún más allá, donde serán puestos a prueba su corazón y espíritu. El trío se enfrentará con los mágicos farfapodos, siniestros comerciantes de esclavos, dragones rugidores y merfolk encantados, en un viaje sin mapa hacia el País de Aslan, una travesía que podría salvar a Narnia y sus habitantes de un destino insondable.


Controversia sobre el cristianismo

Mucho se ha debatido acerca de que si la trama de la serie tiene un mensaje bíblico, o si todo lo que se ha tejido en torno a su simbología es una mera casualidad.

Una carta inédita del autor de estos libros revela la evidencia clara y contundente del mensaje que él quiso plasmar en Las Crónicas de Narnia. Esta carta, con fecha del año 1961, fue enviada por C. S. Lewis a un niño que leía sus historias, y que nos indica que el autor quiso representar en forma figurada a Jesucristo con el místico león Aslan. En ella afirma que “Toda la historia de Narnia se refiere a Cristo”.
La carta ha sido divulgada por Walter Hooper, quien fue secretario de Lewis y se convirtió en su biógrafo. La misma viene a traer luz al debate que se ha suscitado, puesto que los cristianos explican el mensaje de la película con la obra de Cristo, mientras que el mundo secular alega que es una historia como cualquiera, aceptando la misma pero no el significado cristiano.
En esta misma carta, Lewis dice: "Supongamos que existiese un mundo como Narnia, y supongamos que Cristo quisiese ir a ese mundo y salvarlo (como lo hizo por nosotros). ¿Qué pasaría entonces?" El mismo Lewis contesta a esta pregunta diciendo: "Pues las crónicas son mi respuesta. Como Narnia es un mundo de bestias que hablan, pensé en encarnarlo como una bestia que habla. Le di forma de león porque se supone que el león es el rey de las bestias, y Cristo es el León de Judá mencionado en la Biblia."
El contenido de esta carta será publicado en un libro que contendrá las cartas de C. S. Lewis, lanzándose a la venta en los próximos años.

Otra controversia se presenta en el libro El caballo y el muchacho, en el cual se hace referencia a un reino llamado Calormen con características notoriamente árabes. En este libro, los calormenos son presentados como adoradores de un "falso dios", Tash, que de algún modo hace alegoría a una rivalidad entre el cristianismo y el islam.