Héroes que honrarían a su General Muñoz Grandes, que en una mezcla de coraje e ira le dijo a Von Chappuis: "Mis soldados lucharán hasta la muerte", cuando el general alemán planteó la posibilidad del relevo de las tropas españolas ante su depauperado estado.
Héroes que soportaban temperaturas de hasta - 36º, con una ventisca que limitaba la visibilidad a pocos metros y que hacía gritar desesperadamente las órdenes a los oficiales para que pudieran ser oídas por sus guripas.
Héroes como el falangista Dionisio Acebal, que junto con otros 4 anticarristas fue sorprendido por los partisanos para posteriormente ser torturados, mutilados, los ojos saltados y finalmente colgados de árboles. Héroes como Vicente Gaceo del Pino, amigo personal de José Antonio que murió en Udarnik a la vez que gritaba un ¡Arriba España! a los cuatro vientos. Héroes como Mariano Ferrer, falangista tres veces herido en el combate y que además sufrió la congelación de todos los dedos de ambas manos, por lo que tuvieron que serle amputados. Héroes como Corella, falangista de Valencia, que estableció por su cuenta una breve tregua por ser la mañana de Navidad, y prefirió advertir con un inocuo rafagazo desde su puesto de vigilancia a un "ruski" despistado en busca de leña. Héroes como el camarada Juan Eugenio Blanco, que ante lo desesperado de la situación recomendó trágicamente a los muchachos de su dotación que "murieran de la mejor manera posible".
Héroes que cumplieron de forma conmovedoramente patética la orden de su general de no retirarse, sino resistir "como si estuvieran clavados al terreno". Las hordas comunistas, quizá temerosas de que el valeroso enemigo pudiera erguirse nuevamente, clavaron a muertos y heridos al suelo con picos. Héores al fin, los que en bravo contrataque consiguieron recuperar la posición, y que ante el estremecedor campo de batalla, persiguieron a los rusos en retirada con furia y sin la pretensión de hacer prisioneros.
Héroes todos del Wolchow que hicieron proclamar a Muñoz Grandes. "Duro es el enemigo y más duro en invierno ruso ... pero más duros aún son mis hombres". Su fuerza es nuestro orgullo.
quedaron clavadas en la tierra y en el cielo:
besaron recuerdos de España y mujeres
e hicieron cruces de mártir en cristal de hielo.
-"Retroceder, no es posible: -les dijo el general;
ahí tenéis que quedar como clavados".
-"General, tú lo mandas: ¡los leones moriremos!
la muerte es un servicio de soldados".
Y quedaron los cuerpos en la fría madrugada ¡Wolchow! Cementerio español hecho a la Hazaña,
con la Orden grabada en los ojos abiertos
lo ordenó el General y lo han cumplido:
ni un sólo león faltó a la cita de los "Héroes Muertos".
cuando vuelvas a llorar en primavera,
di al viejo Tolstoi y a Rusia entera,
que aquí mismo lloró Muñoz el Grande,general de España.
¡Angel Azul! Besa los ojos de los Héroes Bellos
haz que la luz eterna de todos los luceros que encendió el profeta
brille eternamente sobre el río Wolchow y sobre "Ellos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario