Ha llegado un nuevo 29 de octubre, un nuevo aniversario de la fundación de nuestro Movimiento. Ha pasado un año más desde aquella fría mañana de domingo de 1933 en la que el Teatro de la Comedia se quedó pequeño para escuchar los parlamentos de un puñado de hombres que se negaban a dejar a España morir secuestrada en las manos de los enemigos marxista o liberal. Aquel acto supuso el inicio de una actividad política abnegada, sacrificada, valiente y arriesgada, lamentablemente no tardaron mucho en llegar los primeros caídos asesinados a traición por las pistolas que ahora piden memoria histórica; a partir de aquel momento, surgió un conjunto de ideas y postulados, el nacionalsindicalismo. Según el reportero Federico de Urrutia (Fotos nº36), "Nadie había hablado así hasta entonces. La voz de José Antonio fue entrando en todos los corazones con penetración mística naciente y religión renovadora. España ya tenía un rumbo marcado y podía salvarse. El milagro de la segunda Reconquista se había iniciado. Fue el primer día azul de España".
Si echamos la vista atrás con el rigor que es necesario nos daremos cuenta de que no ha cambiado mucho la situación de nuestra Patria, la oligarquía nos ha concedido un poquito más de lo que cualquier obrero, estudiante, campesino, ganadero,... de entonces necesitaba y punto, lo suficiente para que nuestro espíritu se conforme, nuestro cuerpo y nuestra mente se vayan aburguesando y terminemos asumiendo como bueno, como válido, como lícito y como justo el sistema explotador capitalista. Y cuanto hay de esto en la Falange y en la juventud actual; cuanto por recorrer, cuanto por trabajar, cuanto por estudiar, por analizar, por investigar, por transmitir, por anunciar y todo por hacer. La mayor victoria de la demoniocracia quizás haya sido esa, ha conseguido desgastar el aceite de nuestros candiles, ha conseguido invadirnos como Caballo de Troya en medio de la noche, sin aspavientos ni ruidos, sin necesidad de quebrar nuestros muros.
Es un buen momento para creer en el cambio, para confiar en nuestro camino, dotarlo de lo necesario para transitar por él, no ya por posibilidades reales sino por Exigencia de la Verdad, por Imperativo de la Justicia, porque ya es un honor servir al Bien y ya estaríamos pagados por ello. Hagamos nuevo el 29 de octubre.